Cúrcuma, la planta de moda
NF-kB, T-NFα, IL-1β, PPARg, Glutation peroxidasa, Superóxido dismutasa, y Catalasa no son planetas, no son asteroides, no son cometas ni personajes de Star Wars, no, no son amigos de R2-D2 ni C3PO.
Si te digo que son enzimas, factores y receptores nucleares tipo II o potenciadores de las cadenas ligeras Kappa de las células B activadas, o complejos proteicos que controlan la transcripción del ADN a través de cuya inhibición o activación se modula la actividad del sistema inmune te va a parecer que te habla Tulon Voidgazer a bordo de la Estrella de la Muerte antes de su destrucción (Star Wars).
Te cuento un poco sobre inmunonutrición, COVID-19 y cúrcuma:
Hay infinidad de estudios que estudian los efectos moduladores en el sistema inmune de los componentes bioactivos presentes en los alimentos .
La curcumina (el pigmento de la cúrcuma) es un polifenol que se encuentra en su raíz (Cúrcuma Ponga L.), un potente antiinflamatorio.
Está demostrado su beneficio en algunas enfermedades inflamatorias (regula la secreción de citosinas inflamatorias, incluyendo IL-6, IL-8, TNF-α y MCP-1) y se está estudiando contra la COVID-19. Se ha constatado su capacidad para inhibir la replicación viral del coronavirus in vitro, pero ¡ojo! aunque es emocionante, aún no hay evidencias suficientes.
Con relación al SARS-Cov2 y el potencial efecto inmunomodulador de la curcumina, ésta presenta una alta interacción con la famosa glicoproteína S y su receptor de membrana (ACE2). Esto puede que te resulte más familiar a estas alturas.
En la enfermedad COVID-19 se produce una sobreactivación de linfocitos Th17 e Interleucinas y se ha observado la reducción de estas sustancias proinflamadoras en suero de pacientes tratados con curcumina. Sus propiedades antivirales han sido estudiadas por investigadores del JSS Medican College, Mysore (India), resultados publicados en la revista Cell Press. Así mismo científicos del Centro de Enfermedades Infecciosas de Alemania Occidental, el Hospital Universitario de Essen, la Facultad de Medicina de Essen, y el Hospital Universitario de Munich entre otros, han encontrado evidencias y tratado de establecer la concentración requerida par evitar los efectos citotóxicos en diversos estudios.
¿Y cómo actúa la cúrcuma sobre el sistema inmune?
Disminuye la inflamación a través de diferentes mecanismos:
~ inhibición de NF-kB.
~ expresión del receptor tipo toll 2 y 4.
~ producción de T-NFα e IL-1β.
~ activación de PPARg, de la superóxido dismutasa, catalasa y glutatión peroxidasa.
¿Ahora mejor? No, ¿verdad?… ya imaginaba.
En resumen: los efectos terapéuticos de la curcumina hace mucho tiempo que se han demostado (antiinflamatorio, antioxidante, inmunomodulador, antineoplásico, como protector gástrico y estimulante del flujo biliar, hepatoprotector, hipoglucemiante, vasodilatador, neuroprotector, antiviral, antifúngico…), pero ciertamente, hasta ahora, la gran mayoría de los estudios se han desarrollado en modelos animales, y sin duda alguna aún no se sabe lo suficiente en relación al SARS-Cov2.
Popularmente y desde la antigüedad, esta planta ha sido muy usada como antiinflamatorio y como antioxidante. En la medicina traicional asiática se emplea la cúrcuma desde tiempos ancestrales. La sabiduría ayurvédica usa como una forma de modular Kapha. ¡Glups! ya estamos otra vez con Star Wars… Kapha significa fuerza y resistencia ante enfermedades y adversidades de la vida. Kapha está asociado a nuestro sistema inmune.
Los componentes bioactivos de la cúrcuma pueden están presentes en una dieta saludable y aunque también pueden administrarse en forma de suplemento en más altas dosis, no son milagrosos. En este momento, por ejemplo aunque hay muchas investigaciones en curso y los estudios en animales sugieren que puede tener un papel interesante para su uso en prevención y tratamiento de algunos tipos de cáncer, aún no hay evidencia suficiente.
También resulta interesante que hay estudios que han demostrado un mayor efecto de la cúrcuma agregada a la comida que en forma de suplemento, y es probable que esto pueda deberse a que al añadir grasas a las preparaciones o someterla a calor para cocinarla, los compuestos se vuelvan más solubles, lo que probablemente hace que se absorba con más facilidad.
Componentes bioactivos ¡¡¡Haz de tu dieta una fuente de ellos!!!
La cúrcuma (al igual que el jengibre) es un condimento que no puede faltar en tu cocina, aportarán aroma y sabor a tus platos además de muchos otros beneficios para tu organismo por sus propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y antimicrobianas. Si tienes malas digestiones, reflujo por gastritis, artrosis (entre otras muchas dolencias inflamatorias) la cúrcuma te ayudará, pero realmente se necesitan más estudios sobre su estabilidad, su metabolismo y la eliminación sistémica para determinar su administración terapéutica en altas dosis.
¡Atención!
Olvida la cúrcuma si tienes trastornos de coagulación, deficiencias en el sistema inmune, litiasis renal, problemas de vesícula, estás lactando o embarazada y tampoco se recomienda si tienes anemia ferropénica ya que dificulta la absorción de hierro. También se han observado interacciones con fármacos (anticoagulantes, antiepilépticos entre otros) y con otros suplementos (ginkgo biloba, ajo…). Y sobre todo, consulta a un/a profesional de confianza que pueda asesorarte y supervisar tu alimentación y suplementación.
Tejiendo redes
Con muchas ganas de seguir compartiendo recetas, inspiración, consejitos nutricionales y las actividades que voy y vamos preparando en colaboración con otras personas y espacios, y por supuesto ¡me encantaría que quisieras estar en esta red! que me escribas un mail, una carta o me llames por teléfono, te pases por mi Instagram, la cuestión es que podamos contactar, hacer saltar alguna chispa y crear algo mágico. Suscríbete a la Newsletter para recibir novedades y alguna dósis de inspiración.
Siempre me gusta escucharos, por favor, escribidme para sugerencias, dudas o simplemente proponer esa receta, ese tema del que te gustaría saber más o ese taller que tanto te gustaría recibir. ¡Contáctame aquí!
URTE BARRI ON! Os deseo mucho amor.
Bibliografía
~ Bormann, M., Alt, M., Schipper, L., et al. (2021). Turmeric Root and Its Bioactive Ingredient Curcumin Effectively Neutralize SARS-CoV-2 In Vitro. Viruses 13(10). doi:10.3390/v13101914. https://www.mdpi.com/1999-4915/13/10/1914.
~ Van Dau N, Ngoc Ham N, Huy Khac D. The effects of a traditional drug, turmeric (Curcuma longa), and placebo on the healing of duodenal ulcer. Phytomed 1998; 5(1):29-34.
~ Arteche GA, Vanalocha VB, Güenechea SJ. Monografía de Curcuma longa. Vademecum de prescripción de plantas medicinales [monografía en CD-ROM]. Barcelona: Masson, 1999.
~ Tilak JC, Banerjee M, Mohan H. Antioxidant availability of turmeric in relation to its medicinal and culinary uses. Phytother Res 2004; 18(10):798-804.
~ Priyanka R, Preeti D, Saurabh V, Aparajita R, Uma Sh, Jaganathanan NR, et al. Curcuma oil: reduces early accumulation of oxidative product and is anti-apoptogenic in transient focal ischemia in rat brain. Neurochemical Research 2008; 33(9):1672-82.
~ Kuttan AS, Kuttan G. Immunomodulatory activity of curcumin. Immunol Invest 1999; 23(5-6):291-303.
~ Kim J, Ha HL, Moon HB, Lee YW, Cho CK, Yoo HS, et al. Chemopreventive effect of Curcuma longa Linn on liver pathology in HBx transgenic mice. Integr Cancer Ther 2011; 10(2):168-77.
~ Kang C, Kim E. Synergistic effect of curcumin and insulin on muscle cell glucose metabolism. Food Chem Toxicol 2010; 48(8-9):2366-73.
~ Chiu TL, Su CC. Curcumin inhibits proliferation and migration by increasing the bax to Bcl-2 ratio and decreasing NF-kappaB p65 expression in breast cancer MDA-MB-231 cells. Int J Mol Med 2009; 23(4):469-75.
~ Aggarwal BB, Kumar A, Bharti AC. Anticancer potential of curcumin: preclinical and clinical studies. Anticancer Res 2003; 23(1A):363-98.
~ Ramsewak RS, Dewitt DL, Nair MG. Cytoxicity, antioxidant and antiinflamatory activities of curcumins I-III from Curcuma longa. Phytomedicine 2000; 7(4):303-8.
~ Nonn L, Duong D, Peehl DM. Chemopreventive anti-inflammatory activities of curcumin and other phytochemicals mediated by MAP kinase phosphatase-5 in prostate cells. Carcinogenesis 2007; 28(6):1188-96.
