Muang Ngoi Neua es un rincón mágico de Laos en la provincia de Louangphrabang. Allí recogen el musgo del río, lo mezclan con ajo, tomate y semillas de sésamo y lo secan al sol como ves en la fotografía. Hay pocas investigaciones sobre el musgo, su composición y el posible interés de sustancias que contiene – como algún ya conocido polisacárido llamado arabinoglucano del musgo – para su uso como suplemento dietético o como fármaco. De las algas sin embargo se conoce mucho más.
Propiedades nutricionales de las algas
Las algas son muy versátiles, con sus diferentes colores, formas, sabores y texturas dan mucho juego en la cocina. Sus colores, que van desde amarillo a pardo oscuro, rojo o verde no son otra cosa que pigmentos como clorofila, carotenoides, ficoeritrina, ficocianinaaloficocianina y otros. Los extractos de algas marinas se usan en el desarrollo de alimentos y bebidas funcionales así como en cosmética y sus compuestos biológicos como los fucoidanos que son polisacáridos sulfatados o la fucoxantina (xantofila) en el desarrollo de fármacos. Hay líneas de investigación que estudian los compuestos de las algas y sus efectos anti-glucémicos, antioxidantes y antiinflamatorios en la lucha contra el cáncer.
Las algas marinas no forman parte de nuestra cultura gastronómica pero en los últimos años se han popularizado y poco a poco van encontrando su sitio en nuestro entorno.
Digamos que son muy interesantes también desde el punto de vista nutricional. En términos generales citaremos estas 5 verdades:
- Son ricas en aminoácidos.
- Contienen muchos minerales, oligoelementos.
- Son ricas en algunas vitaminas: A, C, D, E, B12…
- Contienen cantidades importantes de fibra.
- Aportan compuestos bioactivos y elementos antioxidantes.
De ellas escucharás: son “depurativas”, son “reconstituyentes”, son “detoxificantes”, son “antiinflamatorias”, “mejoran la salud cardiovascular”, “previenen el estreñimiento”, “fortalecen el sistema inmune”, “adelgazan”, “previenen el bocio”, “favorecen la digestión”, son buenas para la anemia”, “previenen la osteoporosis”….y multitud de bondades más pero….
pero….
pero…
y…..
Hablar de nutrición en estos términos, atribuyendo propiedades definitivas a alimentos aislados que componen nuestra dieta mmmmmm…. podría escribir durante horas pero te lo resumo: no hay super-alimentos ni alimentos-milagro que por sí mismos tengan un efecto mágico en tu salud si el conjunto de tu alimentación – y tu estilo de vida – no está alineado con tus necesidades.
Además….
Las algas también contienen metales pesados que son muy dañinos.
El cadmio es cancerígeno y está muy distribuido por nuestro planeta, las algas lo absorben así que convendría realizar más monitorización de las algas de consumo humano y has de saber que la legislación “flojea” al respecto en la mayoría de países.
Algunas son tóxicas per sé (no aptas para el consumo humano).
Algunas contienen arsénico.
Si tienes una disfunción en la tiroides (hipertiroidismo) no te convienen.
Si padeces una enfermedad renal crónica no te convienen.
Si estás embarazada no te convienen algunas algas.
Si estás dando pecho no te conviene tomar algas.
Si eres muy txiki (población infantil) no te conviene tomar algas.
Si tienes el ácido úrico alto no te convienen.
Si tienes patología hepática no te convienen.
Si hay patología autoinmune quizás no te convienen.
Moderación en el consumo
Esta es una delicia que comí ayer: sepia marinada en salsa teriyaki con alioli de cúrcuma y cacahuetes. Me gusta incluir algas marinas en mi alimentación en muy pequeñas dosis (uso kombu, nori, agar-agar, wakame y chlorella) ocasionalmente. Puedes usarlas si te agradan, y pueden ser un alimento excelente, pero/y te recomiendo que lo hagas siempre en pequeñas cantidades y combinadas con otros alimentos como un ingrediente más del plato.
Y también es importante considerar que nuestra microbiota occidental no es igual que la de los japoneses por cuestiones evolutivas y adaptativas – estoy leyendo con mucho interés publicaciones científicas sobre el tema- los japoneses tienen una flora intestinal que está capacitada para digerir mejor las algas y eliminar el exceso de yodo. Así que desde esa lógica… moderación.
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